Afirmaciones que nos limitan a diseñar nuestra casa

Nuestro casa es mucho más que simplemente un lugar donde vivimos; es un reflejo de nuestras creencias, valores y mentalidades, es muchas veces nuestro refugio emocional.

Pero a veces nos cuesta poder estar contentos o sentir bienestar en nuestra casa, sintiéndonos tan inconforme que no sabemos ni por dónde empezar para que pueda mejorar. O más dolorosa aún, cuando ya estamos invirtiendo monetariamente y todo los resultados nos llevan a decepciones.

Mi observación es que nuestra casa muchas veces refleja nuestro mundo interior, y bromeamos muchas veces mis amigas interioristas y yo, que... qué tanto fluye un proyecto dependerá de cómo le va en la vida personal del cliente. Y pienso que está estrechamente relacionado a la energía que el cliente está manifestando a través de sus creencias en el inconsciente.

Y estas son algunas afirmaciones que nos limitan a diseñar nuestra casa, o pensamientos limitantes que he escuchado en relación a los espacios, y estas son pensamientos alternativas que propongo:

• ¿Por qué a sus casa si les queda bien y a mí no? No sé cuál es la situación real de esas casas a pesar de que en las fotos se ven impecables, solo sé que mi espacio no es algo comparable, estoy agradecida por el refugio que me ofrece, y los recuerdos que he podido construir en ella. Gracias gracias gracias.

• No voy a invertir, porque una vez que empiezas, no se acaba. Tal vez haya muchas cosas por arreglar, pero no hay que abrumarse, con ayuda/asesoría de un profesional o una lista de prioridades puedo tener claro las decisiones que tomaré, por dónde y cuándo empezar, y dónde y cuándo terminar. No necesito hacer todo para ya.
  

• Tener la casa bonita es de gente con dinero. Y también de personas que se planifican, si me planifico y selecciono lo que realmente quiero, poco a poco puedo ahorrar e ir logrando paso por paso una casa bonita.

• No voy a organizar, porque nadie me ayuda. Aunque... puedo pedir que los demás colaboren, y expresarles como me siento al respecto. Tal vez juntos podemos crear un sistema para que a todos se nos facilite lograrlo. Puede ser que no vea el resultado de inmediato, pero reconoceré las mejoras.
  

• No se qué quiero o puedo hacer. Porque resulta un poco abrumador, pero no importa lo que haga, no estoy equivocándome, estoy aprendiendo a identificar lo que me gusta, y en el proceso es válido solicitar una asesoría profesional que me pueda guiar, no tengo que hacerlo sola.
  

• No importa lo que haga, mi casa no es cómoda. Y aunque puede ser incómodo, me tomaré el tiempo y espacio de descubrir qué es. Si es que siento algo en el espacio, si se debe a mi relación con quienes viven en él, si me siento estancada, si hay algo que tengo miedo a enfrentar, si hay una experiencia que debo de sanar, si siento que no pertenezco o no merezco estar aquí, si estoy construyendo la vida que realmente quiero...

Todas nuestras creencias nos da una pista de la relación que tenemos con otras áreas de nuestras vidas, el hecho de sentir que no puedo tener una casa bonita por dinero, habla de mi relación con las finanzas y/o con el no merecimiento de lo que quiero.

Nuestro hogar es un reflejo de nuestras creencias y mentalidades, y al identificar, sanar y cambiar las creencias limitantes, podemos transformar nuestro hogar en un espacio de bienestar. Al cambiar estas creencias, nos permitimos otra perspectiva, y nos abrimos a nuevas posibilidades y oportunidades para realizar los cambios que queremos.