El Journey: buscando un propósito utópico
- Ana Ninostchka Coronado
- Jan 23, 2020
- 6 min read
Updated: May 10, 2020
Como muchos, siempre me pregunté y sigo preguntándome cuál es el propósito que tengo aquí en la tierra.

Desde siempre fui muy ansiosa, me metía el real estrés con todo. Aunque mis padres no me lo pedían creo que había un trasfondo cultural que me hacía pensar que NO podía fracasar (you know, me being asian lol, jk). Por muchos años pensaba que tenía que ser tan perfecta como podía para ser aceptada, eso me llevó a ser una persona sumamente responsable pero complaciente también, no sabía poner límites porque quería quedar bien con todos. Entendía que el amor había que ganárselo (esto lo entendí después de varias sesiones de terapias ya después de los 25 años), y eso llevó a que fuera muy dura conmigo misma (un fenómeno casi natural que tienen muchos… señore’ hay que trabajar eso! be gentle with yourself). Paralelamente con esta exigencia personal vivía lidiando también con mis sensibilidades mágicas/energéticas, un pie en la tierra y el otro en otro plano (en otra dimensión? donde existen portales y versiones), y fue muy difícil por años poder hablar del tema y conectarme en un sentido mas profundo con la gente sin ser llamada loca cuando hablaba de que todos estamos conectados, que la energía esta densa o light, de que “alguien” habló conmigo en el sueño, etc. Estaba lidiando con muchas cosas a nivel energético, sobre todo durante los sueños, donde viajaba a lugares, hablaba con seres que me aconsejaban sobre un tema o me contaban cosas, y me cagaba del miedo, porque muchos de esos seres se sentían densas, y la única vez que hablé de eso con otros humanos fue con una pareja de la iglesia que reaccionaron haciéndome una imposición de mano mientras oraban, y eso me hizo sentir peor, porque pensé que tenía problemas serios. Y a pesar de, entendía muchas de las conexiones que estaba ocurriendo, tenía ciertos conocimientos, lo único que no tenía era una validación externa para saber si eran inventos míos o no.

Vivía con estrés y ansiedad, me daba miedo dormir, me sentía insegura en algunos espacios, no quería estar cerca de algunas personas, habían ambientes que me sofocaban. Y en mis 20s ocurrieron dos encuentros que cambiaron mi vida a otra dirección, el primero fue contando una pesadilla que tuve y mi profesor escuchó lo que contaba (por si tenían curiosidad, eran entes densas que se desfiguraban cuando empezaba a rezar pero no lograba salir del sueño. En resumen), y no solo que no me juzgó sino que me explicó cómo lidiar con eso, validando de que era normal, y funcionó, no me dejó de dar miedo, pero sí tenía una prueba de que no estaba tan loca. Y luego conecté con la familia y el novio de aquel entonces, quienes por 7 años fueron básicamente mis mentores. Sabían de lo que estaba hablando, me guiaron, y me ayudaron a aceptar esa versión de mí por primera vez como algo bueno, una herramienta para ayudar a otros.
Entre muchos altibajos entre trabajo, propósito, metas, en el 2017 tomé la decisión activa de embrace la idea de que no tenía que seguir el libreto de lo que era ser exitoso según como me lo enseñaron. No sabía por dónde empezar así que le entré con la espiritualidad, que era lo que mas me hacía sentido. Empezaron a ocurrir loqueras a un nuevo nivel que me friqueaban* to be honest, los sueños dejaron de ser pesadillas, pasé a hablar con otros seres con nuevas informaciones, durante las meditaciones percibía informaciones, sentía como estaba a veces en dos lugares al mismo tiempo, se me empezaron a acercarse mas personas a hablar de estos temas. Supongo que el despertar fue evidente en esta etapa de mi vida, por lo menos fue claro y fácil entender el mangú* que tenía antes y me sentí más completa, y una cosa ayudó a la otra. En búsqueda del nirvana básicamente tuve que aprender a calmarme lo suficiente que finalmente me ayudó a darme cuenta de la raíz de mis ansiedades, lo cual fue un factor clave para dejar de afectarme y empezar a vivir mas contenta y a ser mas gentil conmigo misma. Aprendiendo a renunciar el control y confiar para fluir y sentir las maravillas que tiene la vida que muchas veces la mente ocupada no deja disfrutar de esos diminutos placeres.

Exploré todo aquello que me daba curiosidad, y conociendo y conociendo me llevó a un baltrí* de si estaba cumpliendo con mi propósito o no(ya estoy chill con eso), así que durante mis meditaciones y journaling ésta se volvió en una pregunta constante: “Estoy haciendo y viviendo como debería? Qué tengo que ofrecerle al mundo?” (de verdad no me quiero morir sin haber cumplido mi propósito).
Tenía ya China Caribeña pero no la había podido definir, lo traté como un simple negocio pero no fue hasta el 2018 las respuestas, las señales y los cosmos (lol) se alinearon y me inspiró a trabajar en esta dirección, donde quería ofrecerle las herramientas a todos para crear ese espacio de calma conexión consigo mismo, de la misma manera que en estos años fui construyendo para mí, tal vez no para tener visiones ni nada similar, pero simplemente poder darle pausa a todo ese ruido y escuchar lo que te tienes que decir. Mis guías me dijeron: simplemente hacer todo con amor y con luz para vibrar más alto, o sea buena vibra. Fue muy intuitivo el inicio de todo, con la intención siempre de: elevar la frecuencia de todos, recordarnos lo importante que es conectarnos con nosotros mismos, ser una energía de amor andante, la importancia de sentirnos en paz, de sentirnos bien, porque el bienestar personal es un bienestar colectivo. Vivimos en constante presión, y a veces lo que necesitamos es un pequeño break cargado de alta frecuencia para encontrarnos y darnos la atención que nos merecemos, en esa paz y en esa frecuencia logramos ver nuestros caminos mas claro y llevar la intención de mejorar cada uno para nuestras almas poder evolucionar. No hay necesidad de sentirnos como mierdas todo el tiempo, porque somos mucho más que eso.
Compartir esto me hace sentir super expuesta, pero físicamente como espiritualmente ya me han dicho que era hora de hablar. Y con la onda de “esto le llegará a quien le tenga llegar” sé que algunos resonarán con este micro detalle de mi journey. Aprovecho y digo que mi trayectoria no es más especial que el de otros, tengo mucho todavía por expandir, aprender y crecer, soy constantemente inspirada por la vida de otros y lo que me motivó a hablar en el día de hoy aparte de las señales divinas (como me gustan llamarlas) es una frase de Rebecca Campbell que dice: Escuchando la travesía de otros es lo que nos hace sentir menos solos. Y no quiero que te sientas solo, esta es una trayectoria de todos, estamos juntos en el journey llamado vida.
Luz y amor siempre.
PS. se van a dar cuenta que hablo agresivamente a veces, pero es mas una exageración no porque de verdad lo sea. Se me aplica una frase china, que traducida dice: boca de cuchillo corazón de tofu, bueno solo se aplica el 80% porque tampoco es ser pendeja*.
Diccionario Dominicanismo
Dema: se refiere a una persona envidiosa (no que lo estuviera, en mi caso era que no los soportaba)
Friqueaba/friquear: viene del inglés freak. Describe una situación o sentimiento de pánico o miedo.
Mangú: es plátano majado un plato dominicano, un puré de plátano como digo. En el texto se refiere a desorden, algo que ni se puede apreciar bien qué es (como el puré de plátano, el que no ha visto eso en su vida no tiene idea qué esta viendo).
Baltrí: o bad trip, y describe una mala experiencia.
Pendejo: persona ingenua que se deja manipular ilógicamente por otros.
Haré un pequeño apartado, y esto lo entenderán solo algunas personas. Hay diferentes niveles de despertar, y la palabra se ha utilizado para diferentes ámbitos, en lo social, en lo espiritual. Hay un momento en que te molestarán las cosas que ocurren en el mundo porque te parecen injustas, llegará otro momento en que te molestas porque te das cuenta que por años fuiste reprimidx a tu identidad y sientes ganas de encontrarte, llegará otro momento en que te das cuenta no porque la religión te lo dice, sino porque repentinamente empiezas a entender que hay cosas esenciales que son invisible a los ojos (como dicen en El Principito) y no sabes cómo explicarlo porque es un entendimiento que hizo click, es un momento que tienes claridad, y hay otra etapa donde te das cuenta que este es un sistema complejo que la mente humana no va a entender, y formamos parte de un todo donde estamos conectados, y recibimos ayudas de otros seres así como algunos de nuestros intereses chocan con otros, las verdades se redefinen y sientes la necesidad de ser parte de ese cambio que a pesar de su auge, no te sientes segurx expresarlo como te venga a la mente porque es demasiado revolucionario. Y llegará también momentos para trascender solo, y sucesivamente. No importa en cuál etapa estás, eres parte de esa evolución, se siente solo, y de verdad entiendo como eso se siente, pero no lo estás, solo que no todo el mundo habla de eso. Como a veces le digo a la gente: “Crecer duele, pero por algo no lo dejamos de hacer”, casi como un instinto estamos siempre buscando la forma de mejorar.
Comments